
Vi la película "Apaga y vámonos", del español Manel Mayol , sobre la construcción de la central hidroeléctica Ralco en el sur de Chile, en el Festival de Cine del Medioambiente, realizado en La Pagode de Paris entre el 23 y el 29 de noviembre. Según el Sr Mayol podría distribuirse en Chile en algunos meses, asi es que atentos!
En esta historia fluctúan ante las cámaras los bellos paisajes del sur de Chile, la presencia fascista del ex Presidente de Endesa España, Sr Martín Villa y los rostros de algunos de nuestros más iluminados dirigentes mapuche.
La tesis del filme es la reconquista de América por parte de las multinacionales españolas. Pero va mucho más allá. Para quienes, como yo, nos mantuvimos cómodamente al margen de lo que pasaba con Ralco, aparece un Chile donde no existe libertad de expresión, donde no se honran las leyes que no convienen al mercado y donde el "estado de derecho" sirve para procesar a supuestos terroristas armados de palos y piedras, con testigos de identidad desconocida. Da vergüenza, asco y tristeza escuchar al Sr Villa alabar el estado de derecho en Chile. Comencé a comprender y compartir la lucha de los mapuche.
En el Chile santiaguino, ese que reflejan los canales de televisión y la mayoría de los medios escritos, la causa mapuche ha sido empequeñecida y desligitimada. Cuando han habido conflictos, reflejan el discurso oficial, centrado en lo policial y judicial, rara vez profundizan en lo que pasa, porqué, cómo... Comúnmente se dice que los mapuche, al oponerse a Ralco, impiden el progreso de Chile. En ésta película se afirma que su acción, además de conservar su cultura y patrimonio, busca resguardar el planeta, es una acción ecológica. La línea es ancha y gris y la falta de información sólo dificulta su interpretación.
Lo dije antes y lo repito ahora: estoy harta de tomar conciencia. ¿Hasta cuándo nos contentemos con enterarnos de los hechos a posteriori? ¡Estos franceses se fueron felices de saber que se cometen injusticias! Estaban muy agradecidos del equipo de producción español por traerles noticias de estas irregularidades e injusticias ocurridas en el tercer mundo. Cuántos se habrán planteado la probabilidad enorme de que actualmente las multinacionales primermundistas (incluyendo las francesas) promuevan barbaridades como estas para conquistar los negocios y/o los recursos naturales del tercer mundo? El gas (boliviano), el agua (chilena), el petróleo (venezolana), los bosques (brasileros), las minas (andinas)? En Europa los bosques que quedan están de decoración y ultra protegidos. Acá nadie entiende que una empresa pueda ser dueña del 67% del agua de un país extranjero (como es el caso de Endesa en Chile).
Hay otro tema interesante aquí, creo que fue Palast el primero que me sembró la duda... Quién es responsable en un caso como este? Este es un tema central en la economía moderna. ¿A quién le alega uno por el "genocidio" de las comunidades pehuenches cuyas casas fueron ilegalmente inundadas por Endesa? ¿Al presidente fascista de Endesa España? ¿Al gerente general de Endesa Chile? ¿A los miles de accionistas? ¿Al gobierno chileno? A mi parecer, son todos culpables. Esta dispersión de la responsabilidad dificulta y disemina el combate.
Una cita notable del lucidísimo Alihuen Antileo, dirigente mapuche, refiriéndose a la conquista de América: "64 millones de seres humanos en América pagaron el costo de la opulencia de Europa. El mayor genocidio de la humanidad se ha desarrollado en América."
Más sobre la película en http://www.switchoffthemovie.com/
Más sobre la lucha mapuche en http://www.nodo50.org/azkintuwe/